Voluntarios en el parque del Salitre. Foto: Rubén Quiles

El grupo naturalista Heliaca/Ecologistas en Acción ha llevado a cabo un estudio sobre aves urbanas para el Ayuntamiento de Monóvar, abarcando tanto el núcleo urbano como las pedanías de La Romaneta, El Fondó, El Manyà, Xinorlet, Las Casas del Señor y Las Cañadas de Don Ciro.

Las principales especies objeto de estudio han sido el avión común (Delichon urbicum), el vencejo común (Apus apus) y el vencejo pálido (Apus pallidus). Tanto el avión común como los vencejos están muy vinculados a las ciudades, aprovechando las casas y edificios para instalar sus nidos. Además, comparten comportamientos muy similares.

Estas aves son migratorias. Durante su migración otoñal llegan al continente africano bordeando el desierto del Sáhara por la costa atlántica, alcanzando su zona de invernada entre Camerún y la República Democrática del Congo, sobre extensas áreas de selvas y sabanas, tras recorrer más de 9.000 kilómetros desde sus lugares de nidificación.

Son insectívoros, alimentándose exclusivamente de insectos que cazan al vuelo. Pueden consumir entre 500 y 1.000 insectos al día, dependiendo de su tamaño, lo que los convierte en aliados naturales en el control de plagas de cultivos y de insectos vectores de enfermedades infecciosas que afectan a los humanos.

Adaptaciones y comportamiento

Son excelentes voladores y pasan muchas horas del día en el aire. Los vencejos están completamente adaptados al medio aéreo. Una vez abandonan el nido por primera vez, vuelan constantemente y no descansan hasta el año siguiente, cuando regresan a las colonias de cría. Incluso duermen y copulan mientras vuelan. De hecho, son las aves más rápidas en vuelo horizontal.

Son fieles a los lugares de cría y regresan cada año al mismo nido. Los jóvenes construyen nuevos nidos cerca del lugar donde nacieron. Son aves coloniales y, en ocasiones, las colonias pueden estar formadas por decenas de nidos.

Vulnerabilidad y amenazas

Estas aves son muy vulnerables. Las obras en edificios pueden causar la desaparición de colonias enteras, afectando a cientos de ejemplares. Los vencejos son sociales y practican la cría cooperativa, donde los jóvenes ayudan a sus padres a alimentar a los polluelos de las segundas nidadas. Durante las primeras y últimas horas del día en primavera y verano, los vencejos se reúnen en grupos, volando alrededor de las colonias antes de elevarse hasta unos mil metros para dormir.

Resultados del estudio

El estudio, realizado por voluntarios del grupo naturalista Heliaca entre junio y octubre de 2024, incluyó un recorrido por todas las calles de Monóvar y pedanías. El esfuerzo principal del trabajo de campo consistió en realizar estaciones de observación en 24 edificaciones singulares, como centros escolares, la piscina municipal, pabellones, el campo de fútbol, la ermita de Santa Bárbara, el exconvento, el castillo, la iglesia, el ayuntamiento, la plaza de toros y el mercado central.

Los aviones construyen sus nidos de barro, fáciles de observar en el exterior de las fachadas protegidas de la lluvia. Los vencejos, por su parte, no construyen nidos de barro, sino que aprovechan huecos en los tejados u otras cavidades en edificaciones, donde colocan diversos materiales para depositar los huevos.

El trabajo de campo identificó 578 nidos de avión común y 471 nidos de vencejo en el núcleo urbano de Monóvar. Desde Heliaca consideran que estas cifras son conservadoras, ya que existe una fracción de nidos que no se ha podido detectar, especialmente en el caso de los vencejos, debido a la dificultad de inspeccionar los tejados desde la calle. Se estima que la población total de aviones y vencejos adultos en 2024 supera los 2.000 ejemplares.

Distribución de nidos

En el caso de los vencejos, la mayoría de los nidos se encuentran en la zona más antigua del núcleo urbano, mientras que los aviones prefieren las zonas más modernas. Se han identificado 11 colonias de vencejos, siendo las más numerosas en las calles Cobdicia, La Parra, Espill, Consol y Virgen del Carmen. Entre los edificios singulares, destacan la iglesia, la ermita y el castillo como las colonias más importantes.

En cuanto a los aviones, se han identificado 5 colonias en las calles León Felipe, río Vinalopó y en el conjunto de las calles Goya y Moncada, además de otras dos en la torre de la antigua fábrica de harina y en el IES Enric Valor. Es especialmente destacable una colonia con 57 nidos en una vivienda unifamiliar en Las Casas del Señor, siendo la más numerosa en una edificación de todo el término municipal.

Preocupaciones y protección

Como se mencionó anteriormente, estas aves están muy vinculadas al medio urbano. No obstante, las poblaciones de vencejos están experimentando descensos significativos en los últimos años. Según datos de SEO/BirdLife en sus programas de seguimiento de avifauna, entre 1998 y 2019 se ha registrado un declive del 27%.

La principal causa de este descenso es la destrucción de sus lugares de cría, especialmente durante obras de rehabilitación o restauración de tejados, que destruyen sus nidos. También contribuyen técnicas de aislamiento que cierran los huecos donde se encuentran sus nidos. Los vencejos suelen anidar en huecos bajo las tejas, agujeros en murallas, paredes de edificios o medianeras, y rara vez en huecos de persianas. Su alta fidelidad al lugar de cría dificulta que encuentren nuevos sitios si los tejados son modificados.

Los aviones comunes también sufren la destrucción de sus nidos, principalmente por la acción directa de algunas personas que los retiran debido a la suciedad causada por los excrementos. Es importante recordar que eliminar un nido requiere una autorización administrativa.

A principios de enero, en apenas dos meses, nuestros vecinos alados regresarán un año más. Garantizar la supervivencia de estas especies requiere esfuerzo y compromiso, por lo que agradecemos a todas las personas que respetan la presencia de estas aves en nuestro pueblo. Su existencia nos beneficia a todos, tanto desde el punto de vista de la salud como en el control de plagas y la alimentación.

Cabe destacar que estas especies están incluidas en el Anexo del Real Decreto 139/2011, de 4 de febrero, que regula el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y el Catálogo Español de Especies Amenazadas. Por tanto, son consideradas especies amenazadas y están protegidas contra la destrucción o deterioro de sus nidos, lugares de cría y hábitats.