La pregonera de las Fiestas Patronales de Monóvar, Isabel Torregrosa Gimeno, deslumbró desde el balcón del Ayuntamiento a los monoveros que se congregaron en la Plaza de la Sala para escuchar su Pregón de Fiestas, que resulto sencillo, emotivo, simpático y ameno.
“Isabelita”, como así la conocemos en Monóvar, inició sus palabras recordando el motivo por el que estaba allí, en el balcón, junto a los monoveros. “Hemos venido aquí convocados por la Patrona, la Virgen del Remedio, un año más”.
Isabel se identificó como “una mujer normal, trabajadora y amante de su familia y de su pueblo”. Recordó como le fue anunciado su cargo de Pregonera. “En el mes de abril, el alcalde Alejandro, vino a mi casa para pedirme que hiciera el Pregón de este año. Tras unos días de pensarlo acepte, con la convicción de que este Pregón tendría que ser del Pueblo de Monóvar, que es el corazón de estas fiestas, y pensando que cualquiera de vosotros podría estar aquí, donde hoy estoy yo”.
A lo largo del Pregón Torregrosa Gimeno destaco que “Monóvar no son solo las casas y edificios. Monóvar somos nosotros, los ciudadanos, los que hacemos pueblo. Un pueblo con sus pedanías, sus barrios, con una calle Mayor que es la columna vertebral, que no parte el pueblo en dos, sino que lo une”.
También recordó La Goletja, su barrio; el Palera, el lugar de sus juegos de infancia; sus vecinos; sus calles; sus fiestas de Fallas. Y como no, a lo largo de todo el Pregón, sus palabras impregnadas de sentimiento, tenían presente a su gran amor, la Mare de Deu del Remei, la Patrona de Monóvar.