Hace unos meses, el propietario de una de las parcelas situadas a la partida de Xinorla, Miguel Ángel Pérez García, avisó al Grupo del SEPRONA de la presencia de una jarra de grandes dimensiones en un terreno de su propiedad próximo al yacimiento arqueológico del Castellet de Xinosa; un asentamiento fortificado medieval datado entre los siglos XII y XVI y catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC).
Desde el Grupo del SEPRONA se procedió a poner en conocimiento de este hecho al Servicio Territorial de Alicante de Cultura de la Consellería de Educación, Cultura y Deporte, que a la vez se puso en contacto con la Concejalía de Patrimonio del Ayuntamiento de Monóvar , para coordinar la actuación arqueológica.
Por eso, desde el Servicio Territorial de Alicante “se contactó con el equipo de investigación que está desarrollando el estudio “Territorio Bitrir/Petrer (siglos X- XV)” centrado en la prospección y la excavación de la alquería andalusí de Puça (Petrer, Alicante) para que se hiciera cargo de la intervención, planteando la posibilidad de incluir este yacimiento dentro de un plan de investigación que engloba ambos yacimientos, cosa que sería nueva en este tipo de iniciativas, convirtiéndose en un plan de investigación gestionado por dos municipios de manera conjunta”, como ha explicado Loren Amat, Concejal del área.
En el caso de la actuación en Xinosa, la dirección de los trabajos ha estado a cargo de Joaquín Pina, Fernando E. Tendero, José Luis Menéndez i Pedro J. Saura, junto con un equipo técnico formado por José Daniel Busquier y Raquel Pérez.
Además, durante los días que ha durado la excavación se ha contado con la colaboración activa y desinteresada de miembros de la Asociación de Amigos del Patrimonio Histórico y Cultural “Xinosa”, y con el apoyo total de la Concejalía de Patrimonio, que dirige Loren Amat, que ha financiado estos trabajos.
La intervención tuvo dos fases diferenciadas. La primera fue la prospección superficial sistemática del territorio adyacente al yacimiento del Castellet y el área afectada por el descubrimiento para hacer un estudio de la dispersión de materiales y observar donde se concentran y, por lo tanto, las áreas más sensibles para localizar restos del poblamiento medieval del territorio.
La segunda fase fue la excavación, llevada a cabo entre el 4 y el 8 de este mes, el objetivo principal de la cual era la recuperación de la jarra de grandes dimensiones y ponerla en contexto, es decir, saber si estaba colocada en el interior de una vivienda.
La jarra estaba prácticamente completa, aunque fracturada, y tenía una capacidad aproximadamente 325 litros, presentaba una datación de entre finales del siglo XIV y principios del siglo XV, y se realizó casi con total seguridad en algunos de los alfareros de alrededor de la ciudad de València en época medieval.
Cuando se empezó la intervención, la jarra estaba excavada a su perímetro, y el que se realizó fue una cata de 4,5 x 4 m para comprobar si existían restos de muros y pavimentos asociados en esta.
Las conclusiones preliminares de la intervención arqueológica señalan que “nos encontramos dentro de un edificio dividido en varios espacios o habitaciones, si bien se ha visto afectado por los trabajos agrícolas. En una de estas habitaciones se encontraría la jarra, que quedaría incrustada bajo el pavimento, y aprovecharía de espacio de almacenamiento de óleo, vino o grano”.
Estos resultados confirman la idea que el asentamiento medieval en Xinosa, conocido por la documentación escrita de época medieval, era más amplia del que se conocía hasta ahora.
Por otro lado, “estos trabajos supondrían la primera piedra de un proyecto de investigación mucho más ambicioso que pretende continuar los trabajos arqueológicos en la zona y la puesta en valor, cosa que permitirá continuar conociendo mejor el pasado de Monóvar”, como remarca Amat.