El estudio presentado, que cuenta con la colaboración y apoyo de Esquerra Unida Monòver y Ecologistas en Acción de la provincia de Alicante, pretende “afrontar la transición ecológica con la mayor urgencia, por ello se ha elaborado una propuesta de zonas aptas para la instalación de plantas fotovoltaicas en el término de Monóvar, teniendo en cuenta criterios sociales, económicos y ambientales, ya que estamos a favor de la energía renovable, pero en contra de las macro plantas sin ninguna planificación y su localización en el municipio”.
Este documento, según su autores, “puede servir como base para intentar solucionar en qué zonas se instalarían y la superficie ocupada”.
Este estudio señala que “las áreas más aptas para la instalación de las plantas fotovoltaicas serían: en suelo industrial, en el casco urbano, en zonas degradadas o antropizadas en el medio agrícola, zonas de cultivo abandonadas. Nuestra propuesta es que se priorice al máximo la instalación en los tejados de las naves industriales del polígono, en las terrazas y tejados de los edificios del casco urbano tanto públicos como privados y que se promocione el autoconsumo urbano y el industrial”.
Las necesidades de Monóvar
Los cálculos realizados en este estudio señalan que “para cubrir las necesidades energéticas de la población de Monóvar se necesitarían 50 hectáreas de placas fotovoltaicas, aproximadamente 25 para uso urbano y otras 25 para uso industrial. Con las mediciones realizadas de los tejados de los edificios públicos (colegios, instituto, policía, centro de salud, piscina, pabellón y guardería) se cuenta con una superficie de unos 14.000 metros cuadrados. Por lo que respecta a las naves industriales dentro del casco urbano y proximidades, alrededor de 35 (naves de calzado, talleres automóviles, bodegas y otros) hay una extensión que supera los 36.000 metros cuadrados. Por lo tanto, si tenemos en cuenta tanto los edificios públicos y las industrias que no están en el polígono suman un total que supera los 50.000 metros cuadrados. Lo que supone unas 5 hectáreas. A las cuales habría que añadir los particulares que estarían dispuestos a instalar placas solares en sus edificios”.
Por otra parte el estudio señala que “si tenemos en cuenta el polígono industrial, la superficie disponible, descontando las placas solares ya instaladas, es de 70.000 metros cuadrados, unas 7 hectáreas. Por lo tanto, la superficie disponible en tejados públicos y de empresas tanto urbanas como del polígono industrial superan las 12 hectáreas, un 50% de las necesidades de la población y sin ocupar terrenos agrícolas”.
Las pedanías
Por lo que respecta a las pedanías, para proveer al Xinorlet y las Casas del Señor se necesitaría ocupar una hectárea de placas solares. La propuesta es que se aproveche un terreno al cual no se le da ninguna utilidad en el aula de la naturaleza (unos 4.200 metros cuadrados), además de unos terrenos próximos al sur de esta aula (más de 70.000 metros cuadrados). Suficiente para cubrir el consumo energético de las dos pedanías.
Otras zonas a utilizar con placas solares
Por otra parte el estudio también recoge y contabilizado una superficie de cultivos abandonados, zonas antropizadas y degradadas externas al casco urbano en un radio de 2 kilómetros como máximo, estando situadas en las proximidades de El Bull, El Secanet, Belig, Xinorla, Rajola, oeste de la Sierra de los Molinos, Cantarranes, al este de las casas del alcalde y cementerio, entre otros.
Estas zonas externas suponen unas 100 hectáreas a las cuales hay que sumar las 12 del casco urbano y polígono, en total unas 112 hectáreas, más del doble de la superficie necesaria para cubrir las necesidades energéticas de Monóvar, tanto del consumo urbano como del industrial.
El gobierno municipal decide
A partir de ahora, según los promotores de este estudio, “es responsabilidad del equipo de gobierno explicar, y lleva más de cinco meses sin informar, a la ciudadanía en qué criterios se basará para decidir la superficie total y los lugares dónde piensa situarlas”.
Por último el grupo Heliaca y Esquerra Unida Monòver señalan que “ si se quiere cumplir con los objetivos de la transición energética 2030, el gobierno municipal tiene varias posibilidades: la primera más justa ambiental, social y económicamente, sería la de favorecer el ahorro energético, la autosuficiencia, la ocupación de los tejados del máximo de edificios e industrias, la instalación de pequeñas plantas fotovoltaicas, la creación de comunidades energéticas; y la segunda exclusivamente económica, beneficiar la instalación de macro plantas”.